JUAN CARLOS OLARIA, el hombre perseguido por un sueño...

(Artículo publicado en el #0 del fanzine FROM OUTER SPACE)

Se asoma por este rincón maldito un director que, dentro de la serie B hispánica, algunos han denominado, con demasiada mala baba, y con cierta injusticia, el “Ed Wood” catalán, Juan Carlos Olaria.

Hay que reconocer que su obra, en la que sobresale por encima de todas las demás, su largometraje EL HOMBRE PERSEGUIDO POR UN OVNI (1976), se ha desarrollado afrontando proyectos con presupuestos exiguos o inexistentes, con producciones precarias y domésticas, y adoleciendo de selecciones actorales acertadas (en muchos casos tiraba de amigos y familiares ante la falta de recursos), pero no hay que dejar de resaltar en este cineasta una creatividad insaciable, un amor por el cine de género a prueba de bombas y una inventiva admirable para realizar efectos especiales caseros y trucajes baratos, pero efectivos. 

Me pregunto qué hubiera sido capaz de hacer si algún productor hubiera confiado, alguna vez, en sus historias y hubiera puesto en sus manos un presupuesto decente y suficiente para llevar a cabo todo lo que salía de su mente. En todo caso, desgraciadamente, me parece que nos quedaremos con las ganas de ver respondida esta interrogante.

Juan Carlos Olaria Puyoles nació en Zaragoza en 1942. Desde su más tierna infancia desarrolló un amor incondicional y eterno hacia el cine. En su adolescencia comenzó a rodar cortometrajes en 8 mm, ya enfocados hacia el cine de género, sobre todo la ciencia-ficción. De estos pasos incipientes son los cortos ROBO AL AMANECER (1957) y EL PLANETA PLINIO (1958), película muy primitiva de aventuras espaciales protagonizada por amigos de Juan Carlos. También de esta primera época data MIL BOMBAS (1961), cortometraje influenciado por el riesgo atómico tan en boga por aquellos años de Guerra Fría, también rodado en 8 mm y que incluso fue galardonado en la Competición de Estímulo del Centro Excursionista de Cataluña.

En la década de los 60, Juan Carlos también cultivó el género documental con obras como HORMIGA (1964) que recibió un premio de la Rassegna del Cineamatore en Ancona (Italia), de manos del ministro de Cultura italiano de aquel entonces, Achille Corona. Realizó algunos documentales más, de muy diversa temática, y factura artesanal, como PASEO POR LA PREHISTORIA (1965),  o CANCIÓN A LAS RUINAS DE ITÁLICA (1965), obra en la que trasladaba a imágenes, rodadas en la propia Itálica, un poema de Rodrigo Caro. En 1969 es llamado a filas para realizar el servicio militar obligatorio, tiempo que aprovecha para rodar el reportaje UN VERANO CON BOTAS (1969), en el que refleja sus experiencias y avatares castrenses.

Antes de esa fecha, en 1968, había rodado un proyecto de mayor ambición, un mediometraje de 45 minutos y a color titulado VIAJE AL FIRMAMENTO, una historia de ciencia-ficción que narra el viaje a bordo de una nave interplanetaria de un humilde hombre.

A partir de los años 70 comienza a rodar en 16 mm, afrontando en esta década la película por la que ha pasado a la posteridad de la serie Z ibérica, EL HOMBRE PERSEGUIDO POR UN OVNI (1975). 

 

El argumento del largometraje se centra en la historia de un escritor mediocre y hastiado, Alberto Oliver, que es acosado por seres extraterrestres, que tratan de capturar a un espécimen humano para trasladarlo a su planeta de origen, con fines científicos y de investigación. Aparte de adscribirse al género fantástico, la película tiene algunos toques eróticos, de moda por aquellos años, precursores del cine de destape que se apoderará de las carteleras a finales de los 70 y principios de los 80. La trama de la película, tópica y típica, una trama mil veces transitada en la serie B, sirve a Olaria para desarrollar un film que suple su escasísimo presupuesto con altas dosis de descaro y pasión, trucajes inventivos y algunos elementos sugerentes, como los alucinógenos títulos de crédito, diseñados por Ramón Barbera, o escenas antológicas e irrepetibles como la del SIMCA 1000 volando por el espacio sideral.

 

Esta película, en la que Olaria había trabajado varios años, supuso un trago amargo para él (distribución escasísima y por la que no vio una sola peseta, incomprensión y burla de compañeros de profesión, pésimas críticas…). Sin embargo, es gracias a esta película por la que Olaria se convirtió en un autor de culto y un director entrañable y verdadero para muchos (o al menos para algunos, entre los que me incluyo). Para ampliar la información sobre la película, y sus múltiples avatares y desventuras, recomiendo la estupenda edición en DVD que realizó Tommy Meini para L´Atelier 13, edición que incluye, además, el último cortometraje que ha realizado Olaria hasta la fecha, ENCUENTRO INESPERADO, en 1995.

Todo lo vivido por Juan Carlos Olaria a consecuencia de EL HOMBRE PERSEGUIDO POR UN OVNI, le marca para toda la vida. Tarda varios años en volver a rodar, y cuando lo hace, en 1982 con el largometraje EL DIARIO ROJO, rodada también en 16 mm, el resultado, y la inseguridad que el autor muestra, hace que se niegue rotundamente a exhibirla. A día de hoy aún permanece inédita. Y, desde entonces, sus incursiones en el celuloide han sido escasas. Aparte del cortometraje citado anteriormente, rodado en 1995, Olaria rodó otro, en 1989, EL CAMINANTE, en 35 mm y de temática bíblica. Aparte de eso, algunos trabajos para televisión han sido la exigua producción audiovisual de un cineasta al que le marcó profunda, y negativamente, la experiencia que acarreó el proceso de llevar a cabo su ópera prima.

Pero no acaba aquí su historia. Para nuestra fortuna se están gestando dos proyectos en torno a Juan Carlos Olaria. Uno de ellos es un documental sobre su figura, titulado precisamente OLARIA, producido por Astroblema y dirigido por ManelBocero y Néstor F. Esperamos con ansia y expectación su futuro estreno. 

Por otro lado, al hilo quizás de este proyecto, Juan Carlos se ha animado a preparar una secuela de EL HOMBRE PERSEGUIDO POR UN OVNI, que se titulará EL HIJO DE UN HOMBRE PERSEGUIDO POR UN OVNI, actualmente en preproducción, y con el que pretende retornar a la actividad cinematográfica. 

Esperemos que estos nuevos proyectos sirvan para colocar a Olaria en el lugar que se merece, una figura representativa, excepcional y única, del cine de género de bajo presupuesto en nuestro país.

GRENLOIDS, una paranoia cómico-espacial…

El engendro fílmico del que os hablamos en esta ocasión es de los que molan cantidubi-dubi-dá… Cuando la vimos de pequeños ya nos pareció cutre, con unos efectos lamentables, aunque siempre nos hizo pasar unos momentos realmente divertidos, que para eso estaba hecha… Las risas que nos echamos aún resuenan en mi melancólica, y trasnochada, memoria ochenter…

 

GRENLOIDS, también distribuida como Hyperspace, e incluso en Alemania como Grenlords, es una comedia de ciencia-ficción, proyectada en muchos cines en un rudimentario 3-D, producida en 1984, que copia descaradamente muchos de los elementos de STAR WARS, y cuya acción se desarrolla en un tono de comedia que la convierte en un producto cuasi infantil, pero delicioso.

La trama, aunque poco importe, copia con descaro y desvergüenza, como decíamos, la trama de STAR WARS, A NEW HOPE, y nos cuenta las desventuras de un grupo de la resistencia sideral, encabezados por la Princesa Serina, que roban las transmisiones de radio de una Alianza Galáctica, que es comandada por un villano vestido de negro, y cuyo rostro siempre permanece oculto con una especie de papelera cilíndrica, llamado Lord Buckethead. Debido a un error de navegación de su nave nodriza, los malotes aterrizan en la Tierra, confundiendo a algunos de los atribulados terrícolas con los que se encuentran, sobre todo un panadero llamado Chester, y una chica llamada Karen, con peligrosos elementos de subversivos espaciales…

Como señalamos al principio los efectos son bastante ridículos (destacando, por hilarante, la escena en que las fuerzas oscuras de Lord Buckethead persiguen a los protagonistas en un Hipermercado, con carritos de la compra voladores y una ensalada de armas láser cuyos rayos mortíferos ni dan a nadie ni destruyen nada…)

 

No falta la típica escena dónde a la protagonista femenina, sin venir a cuento, la atan y la dejan en ropa interior. Para los adolescentes ochenteros esta escena era mucho más que picante, aunque hoy nos dé, incluso, mucha vergüenza ajena.

 

Los guiños hacia la película original de George Lucas también son frecuentes, como en el momento en el supermercado dónde las tropas Jawa, secuaces del villano, se cruzan con una pila de cajas de cereales ilustradas con el rostro de C3-PO...

La película fue escrita y dirigida por Todd Durham e interpretada (por llamarlo de alguna manera) por Chris Elliot, Paula Poundstone, Allan Marx, RC Nanney y Robert Bloodworth.

Es, además, el primer trabajo cinematográfico del músico y compositor Don Davis, conocido posteriormente por trabajos como la trilogía MATRIX (1999-2003), HOUSE ON HAUNTED HILL (1999), JURASSIC PARK III (2001) o THE INCREDIBLE HULK (2005), entre otras…

El fenómeno de esta película alcanzó hasta la actualidad política inglesa, dónde un personaje caracterizado de la misma forma que el villano del film, Lord Buckethead, se presentó incluso en las elecciones de 1987, enfrentándose a Thatcher por la circunscripción de Finchley, obteniendo 131 votos, y en 1992, enfrentándose a John Major por la circunscripción de Huntingdon, obteniendo 107, convirtiéndose en un icono de la sátira política por aquellos lares.

 

Sin duda, una película de las que ya no se hacen, producto exploited de su época, pero que nos ofrece diversión a raudales… ¡Larga vida a Lord Buckethead!

 

DISCO GODFATHER, crimen, funk y luces de neón…

Ya tenía ganas de escribir un post sobre alguna película adscrita al BLAXPLOITATION, movimiento cinematográfico que surge en USA a principios de los años 70, cuyas películas eran interpretadas, casi exclusivamente, por actores afroamericanos, y que contaba como ingredientes fundamentales con la música disco, el soul  y el funky, la descripción de ambientes y correrías del hampa de los barrios de extrarradio y los guettos, las carreras de coches y los tiroteos a cascoporro…

Algunos de los films más destacados de esta corriente son LA NOCHES ROJAS DE HARLEM (1971), SHAFT (1971), SWEET SWEETBACK´S BAADASSSSS (1971), SUPERFLY (1972), OPERACIÓN MASACRE (1972), COFFY (1973), CLEOPATRA JONES (1973), ESCAPE SANGRIENTO (1974), FOXY BROWN (1974), DOLEMITE (1975), UN MUNDO APARTE (1976)…

Una larga lista (en la que podrían incluirse muchos más films) pero en la que destaca un film que, además, supuso en la práctica el canto de cisne de este subgénero, DISCO GODFATHER (1979).

El film fue dirigido por J. Robert Wagoner (cuya carrera fue tan corta como la vida de un camello en el Bronx) y que también firmaba el guión junto a Cliff Roquemore. 

 

Sus intérpretes principales son Rudy Ray Moore, (que había participado ya en otras películas Blaxploitation  como DOLEMITE o THE HUMAN TORNADO), y Carol Speed (célebre actriz fetiche del subgénero que había participado previamente en títulos como BUMMER (1973), GOLDY EL CHULO (1973), ¡SALVAJE! (1973), DYNAMITE BROTHERS (1974), BLACK SAMSON (1974), y cuya participación en DISCO GODFATHER fue su último trabajo como actriz, hasta su papel en VILLAGE VENGEANCE (2006) producto que fue estrenado directamente a vídeo.

 

Otros actores que participaron en el film fueron Jimmy Lynch, Jerry Jones o Lady Reed.

La trama de la película se centra en la historia de un policía retirado, Tucker Williams, que pasa a dedicarse a pinchar discos en discotecas y clubs nocturnos, y que termina siendo conocido como DISCO GODFATHER. Así transcurre su vida, entre vinilos funkys y luces de colores hasta que una nueva y letal droga aparece en las calles (denominada PCP) en la que cae su sobrino Julius Carry. Entonces DISCO GODFATHER decide investigar, por su propia cuenta y riesgo, quién está detrás del negocio…

 

La mítica BSO fue compuesta por Ernie Fields Jr. e interpretada por Juice People Unlimited, e inunda las principales escenas del film, repletas de acción, disparos, persecuciones de coches, retratando los barrios afroamericanos de una manera descarnada, estilizada e iconoclasta.

 

Fue distribuida por Transvue Pictures y supuso un auténtico fenómeno en los autocines y los cines grindhouse de Harlem o el Bronx y los barrios afroamericanos de las principales ciudades de USA.

 

DISCO GODFATHER es un ejemplo claro de lo que significa el término BLAXPLOITATION. Entretenimiento, acción, música, chicos malos y chicas guapas (todo muy arquetípico) en la que se retrataba una forma de vida al borde de la ley, una forma de existencia, y se mitificaba una manera de sobrevivir… Pero además de todo eso, el BLAXPLOITATION nos legó algunas de las mejores bandas sonoras de la historia del cine. Y eso son palabras mayores…