Las fiestas de Navidad casi
siempre han sido una buena fuente de inspiración para el cine de terror. Lo
cierto es que personajes como Papá Noel o algunos otros elementos iconográficos
de esta fría época son muy aparentes para jugar con ellos, y transformar, en clave
de terror, su aparentemente inocente y festivo significado.
Así, se han sucedido films como BLACK
CHRISTMAS (1974), TO ALL A GOOD NIGHT (1980), DON´T OPEN TILL CHRISTMAS (1984), SILENT
NIGHT, DEADLY NIGHT (1984), ELFOS (1989), JACK FROST (1997), SANTA´S
SLAY (2005), EL VERDADERO SANTA (2005), o las más
recientes RARE EXPORTS, UN CUENTO GAMBERRO DE NAVIDAD (2010), NOCHE
DE PAZ, NOCHE DE MUERTE (2012), NOCHE DE PAZ, NOCHE DE ZOMBIES
(2012), o KRAMPUS, MALDITA NAVIDAD (2015)…
Incluso, aunque las Navidades sólo sean el contexto temporal dónde se desarrollan sus tramas, podríamos citar a películas como GREMLINS (Joe Dante, 1984) o EL DÍA DE LA BESTIA (Álex de la Iglesia, 1995).
Cómo veis, innumerables muestras
de lo que casi podría considerarse un subgénero propio (CHRISTMAS HORROR), de lo más variado y diverso.
Pero, entre todas, obviamente
bajo el humilde y amorfo criterio de quien suscribe estas líneas, hay una que
destaca, entre las demás, por diversas y múltiples razones. CHRISTMAS
EVIL (también titulada YOU BETTER WATCH OUT, TERROR
IN TOYLAND o en España NAVIDADES INFERNALES es una película
slasher de 1980, escrita y dirigida
por Lewis Jackson y protagonizada, en
sus principales papeles, por Brandon
Maggar, Jeffrey DeMunn, Diane Hull, Brian Neville o Ellen McElduff.
El argumento de la peli nos
relata la historia de Harry Stadling, un psicópata que, de niño, quedó
traumatizado cuando vió a su padre violar a su madre mientras vestía de Papá de
Noel, y de mayor, mientras trabaja en una fábrica de juguetes, se cree la reencarnación
de Santa Claus y trata de que todo el mundo crea en el espíritu navideño,
aunque para ello tenga que asesinar a los no creyentes… A estos “pecadores” los
asesina con un hacha, o con afilados cuchillos, dejándole juguetes a sus hijos, si se han portado bien,
por supuesto…
El argumento es tan delirante que
funciona, te atrapa y entretiene. El desquiciado punto de partida te agarra al sofá ya para el resto del metraje. No puedes evitar quedar hipnotizado por las andanzas de un Papá Noel tan enfermo y perturbado, pero sin sentir demasiado pesar por sus víctimas. En realidad el protagonista se erige en una especie de "vengador" de esa hipocresía que se derrocha a raudales en estas señaladas fechas.
Las interpretaciones se desarrollan con
fluidez y solvencia. La fotografía, oscura y tenebrosa, aporta un elemento de
sugestión incuestionable, y muy acertado… Las escenas de asesinato se ruedan
con tino y con sangrientos detalles que las hacen plenamente disfrutables.
Fue, además, de los primeros
films en utilizar, de forma terrorífica, una iconografía tan mítica, infantil y
entrañable como la de Papá Noel. Abrió la senda para lo que se ha transformado,
a posteriori, en un auténtico desparrame…
CHRISTMAS EVIL se fue convirtiendo
con el paso de los años en una película de culto, aclamada y aplaudida por
legiones de seguidores, entre los que se incluyen el director de cine John Waters, que la define como “la
mejor película sobre el espíritu de la Navidad de la historia”… Con estas
palabras queda todo dicho.
La película fue distribuida,
inicialmente por la mítica TROMA
ENTERTAINMENT, aunque en 2006 es SYNAPSE
FILMS la que lanza una edición especial en DVD a nivel mundial…
Sin duda alguna, una buena
recomendación para l@s que les gusten saborear el sabor de la sangre en estas
entrañables fechas… ¡FELICES NAVIDADES
INFERNALES!