Los cines de verano de mi pueblo
fueron un refugio para mí. Un paraíso en el que dejarse llevar, hasta perderse,
en las largas vacaciones estivales. Fue en aquellos lugares donde el cine
comenzó a mostrarse en mí en toda su magia, en todo su fulgor…
Y, entre la múltiple heterogeneidad
de su cartelera, donde cabía de todo, unas pelis protagonizadas por un cómico
sevillano, siempre atrajeron mi atención, porque reía a carcajadas con las
infatigables ocurrencias del personaje, y la atrayente, peculiar y desquiciada “troupe”
de la que siempre se rodeaba…
Os estoy hablando de Pepe da Rosa, un humorista y cantante
que, a principios de los 80, dio el salto al cine, tras años de carrera musical,
donde interpretaba sevillanas satíricas dedicadas a series de TV o a personajes
de actualidad.
Como no podía ser de otra forma,
dada su trayectoria artística anterior, la filmografía de Pepe da Rosa está repleta de canciones burlescas, personajes
grotescos, tópicos hispánicos pasados por el espejo cóncavo de la sátira y la socarronería
más desprejuiciada, guiños a personajes o fenómenos célebres de la época, y
cierto gusto por la irreverencia y lo políticamente incorrecto, aliñado todo
con elementos de moda en el cine generalista de aquellos años, como el destape
(muy en la línea con las pelis de Pajares
y Esteso, por ejemplo) o incluso algunos
números musicales, heredados de la tradición del cine español de los 60 y 70,
que explotaba al máximo los cantantes y grupos de éxito realizando infinidad de
películas con ellos (Marisol, Joselito,
Raphael, Manolo Escobar…) dónde lo único que importaba era su presencia, y su nombre en los carteles,
nada más. Todo esto sí que es Serie B, pero de la dura, dura…
El caso es que, entre 1980 y
1984, Pepe da Rosa protagonizó 6 películas que ya forman parte de la leyenda más
“trash”, burlesca y bufa del cine español
ochentero.
En 1980 inició su andadura
cinematográfica participando, junto a otros dos cómicos célebres, Josele y Paco Gandía (sí, el olor a Varon Dandy y a cigarrillos Bisonte
llega hasta mí) en SE ACABÓ EL PETRÓLEO, película producida por Triana Films, dirigida
por Pancho Bautista, y en la que se
narra, en clave cómica, los avatares de un jeque árabe en un viaje por
Andalucía… Una historia “kitsch” muy
del gusto de cierto público de aquellos años…
En 1982 vuelve a repetir bajo la
dirección de Pancho Bautista, y con Paco Gandía de co-protagonista, en el largometraje
LOS
ALEGRES BRIBONES, una actualización ochentera de la tradición picaresca
española, dando vida a unos truhanes que tratan de sobrevivir como pueden, y a
costa de los que pueden… Monipodios y Rinconetes versión cañí.
Pero realmente por las películas
que Pepe da Rosa es más conocido son
por las pelis en las que dio vida a J.R.
(un guiño sin disimulo a una serie de TV que causaba furor en la época, DALLAS).
La primera de ellas, realizada en 1982 fue LE LLAMABAN J.R. dirigida por Francisco Lara Palop, y en la que
también participan actores como Mary
Santpere o Antonio Garisa.
Al año siguiente, 1983, se rueda
la segunda parte, J.R. CONTRAATACA, dirigida igualmente por Francisco Lara Palop, y que continúa la línea sarcástica y pasada
de vueltas de su predecesora, dónde Pepe da Rosa se explaya en su papel de
cómico y cantante humorístico, caradura entrañable…
También en 1983, Pepe da Rosa participa en la película
de mayor presupuesto (por decir algo) de las que participó, EL
CID CABREADOR, película producida por José Frade, y que pretendía
explotar el éxito de otras cintas que parodiaban acontecimientos de la Historia
de España como JUANA LA LOCA… DE VEZ EN CUANDO o CRISTÓBAL COLÓN, DE OFICIO…
DESCUBRIDOR.
El largometraje fue dirigido por
Angelino Fons, guión de Juan José Alonso Millán y contaba entre su extenso
elenco con nombres como Ángel Cristo (sic),
Carmen Maura, Manolo Gómez Bur, Paquita Rico, José Luis López Vázquez, Rafaela
Aparicio, Alfredo Mayo o Luis Escobar…
La película funcionó bien en
taquilla, a pesar de todos los pesares…
La última película en la que
actuó Pepe da Rosa fue EL PAN
DEBAJO DEL BRAZO, una producción del año 1984, dirigida por el prolífico Mariano Ozores, en la que se
desarrollaba una historia muy del gusto del director madrileño, una comedia
disparatada y sin complejos, protagonizada por su hermano, Antonio Ozores, y por otro rústico cómico que triunfaba en ese tiempo, Juanito Navarro.
Pepe da Rosa, no sabemos muy bien el por qué, ha quedado sepultado
en el recuerdo por otros nombres que no lo desmerecen. Sus películas, del mismo
nivel que muchas otras que si han encontrado su hueco incluso hasta nuestros
días, se han perdido en el tiempo. Ni siquiera cuentan con una edición en DVD
que pueda disfrutarse. A pesar de todo, siempre tendrán un hueco en mi recuerdo
nostálgico de aquellas noches en el cine de verano de mi pueblo. Precisamente por
eso, ¡Larga vida a J.R.!
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