La verdad es que, siendo
guionista, he tardado demasiado en dedicar un post, en este blog, a los guionistas de la
serie B. Esos grandes vilipendiados, maltratados, insultados, lapidados… O GRANDES DESCONOCIDOS
también.
Hay una cierta imagen general de
que en el cine de serie B el guión es lo de menos, una mera excusa para dar
rienda suelta a la chatarrería o a la cutrez más extrema, enferma y delirante.
Que los guionistas que hacen
serie B son más que pésimos, mediocres, desquiciados…
Craso error para el que así
piense…
Voy a hablaros de dos guionistas
que forjaron una carrera en el cine de serie B, pero que fueron grandes
guionistas, más allá de su trayectoria en el cine de bajo presupuesto.
Guionistas con un enorme sentido de la narrativa audiovisual, una destreza
incuestionable en el uso de las herramientas dramáticas y, para colmo,
escritores de una gran cultura cinéfila, teatral y literaria…
LARRY COHEN:
La ingente carrera de Cohen es inabarcable de forma
exhaustiva. Guionista, director y productor, en los años 70 y los 80 firmó como
guionista (alguna también como director) algunas de las películas de la serie B
más impactantes de ambas décadas, con las que se reservó un hueco en la
historia del género fantástico, y que lo convirtieron en uno de los autores más
buscados en los videoclubs de la época… Películas como ESTOY VIVO (1974), THE
STUFF (1985) o la saga MANIAC COP (1988, 1990 y 1993)…
Pero Larry Cohen aportó mucho más a la televisión y al cine. Fue el
creador de la serie sci-fi LOS
INVASORES (1967-68) tras acumular ya por entonces más de diez años de
carrera como guionista televisivo.
A la par que escribía éxitos para
la pequeña pantalla, en los años 60 comienza a escribir para cine, debutando en
el film EL REGRESO DE LOS SIETE MAGNÍFICOS (1966). En los 70 se adentra
en el terreno del blaxploitation con EL
PADRINO DE HARLEM (1973) y su secuela HELL UP IN HARLEM (1974)
ambas protagonizadas por Fred Willianson…
Con ESTOY VIVO (1974) Cohen se adentra en el terreno del
terror. La película cuenta la terrorífica experiencia de un matrimonio a los que les nace un hijo mutante, que se convierte en un monstruo. El guión ofrece
más elementos de Melodrama que de Monster Movie, ofreciendo cierta solidez
clásica heredada del cine de monstruos en blanco y negro, al que Cohen era gran aficionado. Cohen siempre escribió un terror en los
que estos elementos resaltaban, alejados de otras tendencias del género que
ofrecían un terror más gráfico, visual y sangriento… Él jugaba más con las
sugerencias y el suspense…
THE STUFF (1985) se ha
convertido en película de culto con el paso de los años, gracias, en parte, a la viralización
de su mensaje anticonsumista (Una epidemia zombie
es provocada por el consumo de un yogurt adictivo, comercializado de forma masiva tras un enorme despliegue publicitario…). Una joya, reivindicada
por muchos, que condensa lo mejor del cine de Larry Cohen: Desvergüenza, capacidad de síntesis, condensación
narrativa, suspense, dosis adecuadas de humor…
La trilogía MANIAC COP (1988, 1990 Y
1993) transita por el subgénero
PSYCHOKILLER, en el que un perturbado, deforme y horripilante, asesina a
incautos que se confían al ver el uniforme de policía que porta el personaje.
Cierta crítica social al papel, a veces racista y/o violento, de los cuerpos
policiales en USA. Saga dónde destaca
también el plantel de secundarios que participan en sus distintas entregas: Bruce Campbell, Rebert Davi o Tom Atkins…
A partir de ahí su carrera sufre
los típicos altibajos debidos a los erráticos encargos que recibe, o a
concentrarse principalmente a escribir películas para otros.
En el año 2006 Cohen vuelve a dirigir terror,
concretamente en un episodio de la serie de TV creada por Mick Garris MASTER OF HORROR. El episodio se
titula PICK ME UP.
ED KELLEHER:
Fallecido en 2005, la carrera de Ed Kelleher es aún más peculiar, creativa y ecléctica.
Además de guionista Kelleher era
dramaturgo (escribió varias obras de teatro que triunfaron en Broadway), y
crítico cinematográfico.
En los años 70 y 80, Kelleher firmó los guiones de cuatro
películas de terror tan singulares y paradigmáticas, que disfrutaron de un éxito inmediato y
entusiasta:
INVASIÓN OF THE BLOOD FARMERS (1972). La película se
centra en un grupo de granjeros druidas llamados “Sangroids”
que viven en el estado de Nueva York, y planean resucitar a su reina incorporando en su
cadáver la sangre de miles de incautas víctimas… La película, debido a su
violencia explícita tuvo problemas de distribución en algunos países, llegando
a ser prohibida en Gran Bretaña durante algunos años.
SHRIEK OF THE MUTILATED
(1974). Película en la que un grupo de universitarios se adentran en la profundidad de los
bosques norteamericanos en busca del famoso "Yeti". Y descubren que el “Yeti” es real y que es mucho más peligroso y letal de lo que pensaban…
LURKERS (1988). Film de
terror psicológico donde las pesadillas que padecía una mujer de pequeña,
regresan cuando es adulta, para enfrentarla con su pasado…
PRIME EVIL (1988). Aquí
en España titulada EL PODER DEL DIABLO. Una secta satánica de New York busca seres
humanos para ofrecerlos en sacrificios rituales. Una mujer tratará de
infiltrase en la secta para intentar desbaratar sus siniestras, y maléficas, intenciones,
pero acabará seducida por el poder del mal y de la oscuridad…
Kelleher, de educación clásica, era consciente de la naturaleza
amateur y bizarra de algunos (muchos) de sus proyectos audiovisuales. Era admirador del cine de Ed Wood Jr al igual que admiraba el cine
de Billy Wilder o Fritz Lang, o el cine europeo, era un dramaturgo de prestigio y tenía por
costumbre leer un clásico de la literatura al mes (Shakespeare, Moliere y Homero
eran algunos de sus autores favoritos…)
Era un escritor muy culto, entre
1986 y 2002 fue director adjunto del Film Journal International de Nueva
York, etapa en la que entrevistó a directores de cine o guionistas como Godard, Polanski o David Mamet…
En definitiva, aquí tenéis a dos
guionistas que desarrollaron gran parte de su carrera escribiendo cine de serie
B, pero de los que su capacidad, creatividad y talento narrativo está fuera de toda duda…
Escribir o hacer cine de serie B
no es sinónimo de ser mal autor, mal actor/actriz o mal profesional. Debemos
desterrar esa idea del imaginario colectivo… Forever...