Ya iba siendo hora que le dedicáramos un post al cine turco.
La turkploitation no podía faltar en este sórdido y siniestro rincón del ciberespacio profundo e infinito...
El colmo de la bizarrería cinematográfica más descarada y
lisérgica tenía que aparecer, tarde o temprano, más temprano que tarde...
Y lo vamos a hacer centrándonos en uno de los films que
más me fascinan y me atraen, en todos los sentidos. Mi mente enferma siempre
tira para el monte…
TURIST ÖMER UZAY YOLUNDA,
o como es conocida mundialmente, TURKISH STAR TREK.
Rodada en 1973, y producida y
dirigida por Hulki Saner, debemos
resaltar que fue el primer film “basado” en el universo STAR TREK que se llevó a
la gran pantalla, antes incluso que Hollywood estrenara su primer STAR
TREK cinematográfico, STAR TREK, THE MOTION PICTURE en
1979.
Los cineastas turcos, expertos en
copiar sin rubor, y sin complejos, trazan una excéntrica trama donde un cómico
turco, interpretado por Sadri Alisik,
consigue escapar de una boda pactada, y forzada, a la que se veía condenado, gracias a la intervención de
la nave Enterprise. A partir de ese rescate, las desventuras más
retorcidas se suceden, con su protagonista en el centro de la diana y en el meollo de todos los desaguisados... Esta
película es la octava, y última, en la que el actor interpreta al misma personaje,
Ömer the turist.
Como era costumbre en el exploitation otomano de entonces, se
copian imágenes de la misma serie, pasándose los derechos de autor por el forro
del uniforme de la Federación de Planetas Unidos.
Además de Alisik, cuenta en su reparto con actores y actrices como Cemil Sahbaz, Elif Pektas o Ferdi Merter.
Quien se atreva a visionar el
film verá pasar ante sus espantados ojos (si no les explotan antes como si fuera un planeta aniquilado por los Klingon) científicos malosos y más torpes que Pepe Viyuela, robots en taparrabos o con mecanismos y diseños imposibles, sugerentes alienígenas
ligeritas de ropa, monstruos embutidos en goma y látex, efectos especiales de mercadillo…
En Turquía arrasó en taquilla
(jugando en casa es más fácil) y en el resto del mundo no pasó de ser un mero
objeto exótico e insólito, hasta que la fiebre del fandom de la serie B y Z la convirtieron en una verdadera joya de
culto, revisionada hasta la extenuación por los fanáticos más patógenos del cine raruno.
A día de hoy, película
imprescindible en cualquier videoteca que se precie de serlo… Aunque sólo sea para
sujetar el Blu-Ray de la versión extendida de la última de Star Wars…
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