La película que os traemos en esta ocasión es uno de esos engendros que tanto proliferaron en la década de los 80,engendros con muchísimos defectos (no todos achacables a su precario y/o raquítico presupuesto), pero con algún que otro atractivo que lo hace merecedor de asomarse por este detestable e infumable blog...
NEON MANIACS es una película producida en 1986, dirigida por Joseph Mangine (yo tampoco lo conozco de nada, no os preocupéis), e interpretada por actores desconocidos como Clyde Hayes, Victor Brandt, Martha Kober o Leilani Sarelle (la única que hizo algo de carrera posterior, apareciendo, por ejemplo, en Instinto Básico, enrollándose con Sharon Stone.. Desde luego, su momento más glorioso...).
La trama no resulta demasiado original, la verdad es que es fascinante la capacidad de los guionistas de todas estas pelis de serie B de los ochenta para repetir esquemas argumentales, pero también para introducirles elementos que sólo saldrían de la mente de un cerebro abotargadado por el LSD o por una grave enfermedad mental... O quizá ambas cosas al mismo tiempo...
El caso es que la historia comienza como muchas otras, una muchachada de High School que se van a un parque a beber cerveza, jugar al Football (Americano) y practicar el tocamiento sexual indiscriminado (Vamos como las botellonas de hoy en día, nada nuevo bajo el sol)... Pero una grave amenaza se cierne sobre ellos (como no podía ser de otra forma, los chicos que hacen cosas malas siempre son presa de monstruos, zombies o asesinos en serie, mientras que a los chicos buenos, que se quedan en casa los sábados por la noche, nunca les pasa nada... Mensaje rancio y conservador a escena...)
Esta grave amenaza es un grupo de 12 monstruos mutantes que se cargan a todos ellos menos a una chica (la buena, la que no bebe o no fo...), que sobrevive a la matanza. A partir de ahí los monstruos la persiguen, a ella y también a su enamorado en secreto, que no había ido a la fiesta del parque porque había preferido quedarse en casa tocando la guitarra (o tocando otra cosa, nunca se sabe), y que, ¡Cómo no! se ofrece a ayudarla en su cruzada, cuando ni siquiera la policía la cree (ya que los cadáveres de sus amigos no se encuentran por ningún lado, y se les da por desaparecidos)... Los monstruos los siguen a través de la ciudad, durante varias noches, atacándoles en el metro o en un concierto de rock... Todo superoriginal, por supuesto...
Pero estos 12 monstruos tienen un talón de Aquiles, les repele el agua (sí, ya sé, se podrían haber tirado el rollo y que fuera otro elemento el que les espantara, no sé, kryptonita, ácido sulfúrico o whisky del Carrefour, algo un poco más complejo y peligroso...).
A nuestros dos protagonistas les ayudan una chica friki, amante del cine de... ¡Tachánnnnn! Terror, y un amigo de ella, compañero inseparable a la hora de hacer películas caseras rodadas en los cementerios de la ciudad (amigo que extrañamente durante toda la película le va ofreciendo más información incluso que la que la polícia tiene sobre el caso, aunque nunca nos rebelen sus fuentes todopoderosas y omnipotentes...)
Cómo podéis adivinar, la trama no es una de sus virtudes... El trabajo de sus actores tampoco, no nos vamos a engañar...
Los elementos que la hacen "especial", son sin duda sus 12 monstruos mutantes (para el nivel medio de este tipo de films no están mal del todo...) Monstruos que representan arquetipos distintos (sus nombres son sintomáticos: Slasher, Juice, Doc, Scavenger, Archer, Soldier, Axe, Thing, Punk Biker, Mohawk, Hangman y Samurai... ¡Toma ya!)
Tampoco la música desentona, aunque algunos de sus "scores" repartidos, eso sí, sin ton ni son, parecen ejecutados por el tío del órgano que vemos por muchas de nuestras calles y que, después de interpretar Paquito el chocolatero o alguna del repertorio de Georgie Dann, pasa el platillo a ver si alguien le da una moneda a cambio de que no mortifique nuestros tímpanos por más tiempo...)
NEON MANIACS es, por tanto, uno de esos productos que asaltaban nuestras imberbes pupilas algunas de esas innúmeras noches de Videocomunitario, pelis de medianoche, y que ponían antes de la porno (supongo que para ir abriendo boca, o para ir quitando las ganas, según el día...).
Destila romanticismo fílmico por todos sus poros, descaro y también, cierta y extraña ternura (no sé si será síntoma de alguna fobia social, pero a mí los monstruos me caen simpáticos...).
Para los que ya os resulta irrefrenable la tentación de verla, hay una edición coleccionista en DVD y Blu-Ray, pero sólo para los USA (en Amazon se puede conseguir y tiene subtítulos en castellano, informo para los más enfermos)... Pero el siempre mágico youtube sale a nuestro rescate, y podemos encontrar una versión íntegra de la peli on-line(¡¡¡¡y doblada al español!!!!) para que no nos quedemos con las ganas de disfrutarla como se merece... Así que dejad de leer este blog, abrid el youtube y disfrutad (o lo que sea...)
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